Mi viejo tiene 64 años, es mecánico y trabajo 40 años en el mismo lugar, un día sin previo aviso llegó un Síndico y les comunico a todos que ya no tenían trabajo, que Garage Andes, estaba en Quiebra. Toda una vida trabajando para una persona y sin más, ni siquiera fué capaz de comunicar el la noticia, esto fué un día viernes. El lunes siguiente, y el siguiente, y el siguiente, mi viejo continuaba levantándose a las 07:00 horas, sin poder encontrar respuestas.
Pasaron los meses y luego de un año de estar en esa situación, salio una luz en la oscuridad. Un ex cliente puso un taller y lo invito a trabajar con él.
Lleva dos meses en este nuevo taller y el Sábado cuando nos estábamos tomando una cerveza, mi viejo me declaro que hace algunas semanas empezo a conocer y disfrutar de la vida, más de 40 años me levantaba a las 06:30 horas, entregando los pulmones, no fallé nunca, siempre estuve dispuesto para el Garage, y ni siquiera una palabra de agradecimiento, una despedida, un incentivo. Sabes hoy disfruto la vida, estoy felíz. Todo día tiene su afán.
Cuando estaba en el Liceo, mi viejo siempre me repetía, hijo "en la Vida nadie te da nada, así que si deseas algo, lucha por ello, no te rindas nunca". Debo reconocer que cuando estuvo mal, no sabía cómo ayudar, en un país donde sobre los 50 años uno ya es viejo, ya no sirve, en fin. Hoy yo también estoy disfrutando la vida y lo que es mejor, lo estoy haciendo junto a mis padres.
3 comentarios:
Hola amigo!! apareciste =)
Q ciertas son estas situaciones, ocurre muy a menudo, lastima que tu papa haya tenido q vivir ese menosprecio. Pero sabes??? la conformidad q debe tener tu papa en su corazon no se la quita nadie, debe ser un muy buen hombre..de tal palo tal astilla dicen por ahi.
saludos para ti, y gracias por tus palabras.
Es una lástima que muchos empleadores sean unos canallas ... si al final todo lo que tienen lo lograron con el esfuerzo de todos sus trabajadores.
Lo mejor de todo es que tu viejo está feliz
Que tengas buen día
;)
Hola Iván:
Me gustó esta historia de tu padre. Qué bueno que superó esa pérdida y que ahora se siente pleno.
Pero, lo más importante, es que puedes disfrutar de su compañía. ¡Ése sí es un regalo!
Comparte lo más que puedas con él, haz que se sienta feliz, regalonéalo, dile muchas veces cuánto lo amas. Mientras más amor damos ... más recibimos.
Un abrazo,
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